miércoles, 13 de julio de 2016

CRISIS DE LACTANCIA



Durante la lactancia se presentan varios períodos que conocemos como "Crisis de Lactancia". 

La verdad es que no hay problema alguno, pero estas etapas en las que el bebé amamantado tiene un comportamiento diferente al habitual llega a preocupar a las mamás, quienes por lo general reciben comentarios poco alentadores y que les invitan a utilizar leche de fórmula porque fomentan la idea de que "su leche no lo llena" o de que "su leche está aguada" o "es muy delgada". Esta información es incorrecta y lamentablemente proviene de la mayoría de las personas que están apoyando a la nueva madre y tristemente, también de muchos profesionales de salud quienes para solucionar el "problema" recetan alguna leche de fórmula.

¿En qué consiste una "Crisis de lactancia"?
Son períodos donde el bebé tiene un comportamiento diferente al habitual, parece inquieto, solo quiere estar prendido al pecho, se queda tranquilo por lapsos cortos de tiempo y vuelve a pedir, tal parece que sólo lo calma estar amamantando.

Las etapas en las que se presenta más o menos siguen un patrón que comento a continuación: (recordar que los tiempos en los bebés no son exactos, son aproximaciones pues cada niño/a es diferente)

A las 48 horas de vida
Coincide con la llegada a casa con el bebé. Después de estar en el hospital con un bebé que duerme tiempos más o menos prolongados, la nueva familia se enfrenta a un bebé inquieto, que llora mucho y que sólo se tranquiliza si está prendido al pecho. Aquí comienzan las primeras dudas pensando que "aún no baja la leche" "la leche no es suficiente" etc, y comienzan los suplementos innecesarios de fórmula. 
Es bueno saber que es esperable este comportamiento en el bebé, y que será más tranquilo mientras menos estímulos haya recibido al momento del nacimiento y en el período de estancia en el hospital, por lo cual se recomienda no tener demasiadas visitas ni permitir que el bebé sea cargado/a por personas diferentes a mamá y papá. Si se presenta, lo único que hay que hacer es buscar una posición cómoda para amamantar, facilitar a la mamá que esté con su bebé acercándole agua y comida, y animándola a seguir. Por supuesto, estar al pendiente de que el bebé esté mojando dos o más pañales con orina clara y que termine de evacuar el meconio (popó negra y pegajosa). Si se detecta que no está orinando, no evacúa o mamá está lastimada de los pezones, solicitar ayuda de inmediato a una experta en lactancia.

A los 15-20 días
En este período una buena parte de los bebés comienzan a mostrarse inquietos, lloran más de lo habitual, hacen tomas cortas al pecho, se calman pero vuelven a pedir a los pocos minutos, algunas mamás refieren que su bebé "no duerme" y sólo se la pasa pegado. Además el bebé comienza a aventar leche después de la toma para después volver a pedir más. En esta etapa muchos bebés son diagnosticados con reflujo y reciben medicación, y en ocasiones se les indican leches especiales. Nada de esto será necesario si la familia está informada y enfrentan con paciencia estos días. En caso de que se agreguen otros datos y este comportamiento persista, entonces se podrá pensar en un reflujo patológico que sí amerita medicación, pero no antes.


Alrededor de los 3 meses
Este suele ser un período crítico para la lactancia donde se da un alto número de destetes o introducción innecesaria de fórmula. El motivo es que se asocian varios cambios que suelen poner muy nerviosas a las madres: 

El bebé que ya había establecido un ritmo en la lactancia comienza a pedir el pecho constantemente, los pechos que antes se sentían "llenos de leche" ahora se sienten flojos, mamás que presentaban escurrimientos y/o que percibían la "bajada de la leche" dejan de presentarlos. En muchas ocasiones se asocia también la falta de evacuaciones del bebé durante varios días.

Por supuesto que todos estos cambios alarman a las madres, y el consejo que con frecuencia reciben es: "complementar" con leche de fórmula. Es bueno que las familias sepan que en esta etapa la lactancia quedará perfectamente establecida si se le permite al bebé tomar el pecho con la frecuencia y el tiempo que lo requiera, los pechos ya no se llenarán como antes, que las madres que escurrían leche en forma importante probablemente ya no lo harán más o disminuirá la frecuencia y cantidad, y que el reflejo de bajada de la leche ya no se percibirá más. También es normal que un bebé amamantando exclusivamente en esta etapa deje de evacuar durante varios días y posteriormente establecerá un ritmo de evacuar cada tercer día.

Otras etapas de "crisis"
Estos cambios en la demanda del bebé pueden repetirse aproximadamente a los 4, 8 meses, al año y a los 2 años de edad. Además de las necesidades emocionales específicas de estas etapas, la alta demanda de un bebé se asocia a requerimientos mayores en la cantidad de leche, y si recordamos que la leche se produce de acuerdo a estimulación y al drenado del pecho, podemos concluir que si no se ofrece a libre demanda y peor aún, si se comienza a utilizar leche de fórmula, impediremos que estos cambios naturales dirigidos por el bebé se apliquen, con un estacamiento y disminución paulatina de la producción de leche materna, que dirigirán a un destete antes de lo deseado.

Como todas la dificultades de la lactancia, estos períodos se superan teniendo la información necesaria, paciencia y el apoyo de las personas que rodean a la madre.

Dra. Aurelia Flores

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Para leer más:
Crisis o brotes de crecimiento, Alba Lactancia Materna, por Alba Padró IBCLC

¿Se me fue la leche? Cozybebe, por Ana Charfén IBCLC













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