La vida sexual de la pareja es un tema que invariablemente preocupa a los nuevos madres y padres, sin embargo, poco se habla de el, aunque es de suma importancia tener información al respecto.
Hay tres aspectos que son de gran relevancia:
1) Cómo está previamente la relación
Una relación amorosa, estable, basada en la confianza, tolerancia y comunicación, es más factible que se adapte a los cambios que surgirán con la llegada del bebé. Si la relación de pareja no está bien, no mejorará con la presencia del bebé, al contrario, es probable que empeore.
2) Expectativa de cómo es la llegada del bebé
Muchos nuevos madres y padres tienen una idea errónea de lo que se vive en el puerperio. La imagen de un bebé dormido en su cuna y una mamá sonriente, peinada, maquillada y lista para atender a las visitas, es lo que se suele esperar: felicidad y mariposas volando alrededor.
El puerperio es una etapa muy fuerte, retadora, agotadora física y emocionalmente, donde la nueva familia requiere tiempo, privacidad y mucho apoyo para adaptarse a la nueva dinámica y atender a esta personita que demanda atención constante.
3) Qué sucede en el cuerpo de cada uno
*Mamá:
Se encuentra bajo el influjo hormonal del puerperio, prolactina y oxitocina modulan su conducta, su atención se centra en atender a su bebé, hay cambios importantes que facilitan el maternaje. Estas hormonas de forma natural "protegen" de un nuevo embarazo, por lo que disminuyen la líbido de la mujer y aunque exista estímulo, generalmente hay resequedad vaginal.
Durante los primeros días estará adolorida, si fue un parto natural el tiempo de recuperación será menor en este aspecto. Si fue parto vaginal con episiotomía habrá molestia en el área perineal y posteriormente molestia durante la relación sexual por la presencia de la cicatriz, la cual puede estar presente varios meses. Si fue una cesárea, el tiempo de recuperación durará varias semanas (recordar que es una cirugía mayor). Posiblemente se encuentre adolorida por congestión en sus pechos o lesión en los pezones. Posiblemente tenga hinchazón de pies.
Seguramente se encontrará cansada, desvelada, abrumada por los consejos y críticas ante su desempeño. Con muchos miedos y preocupaciones.
*Papá:
Posiblemente se encontrará cansado, angustiado, desvelado. Muchas veces desconcertado de no entender los cambios que observa en su pareja, queriendo colaborar pero sin saber cómo hacerlo.
Hormonalmente no hay cambios en él, y por tanto, su líbido se encuentra intacta (posiblemente algo disminuida por el cansancio, pero nada más)
Estas diferencias entre lo que sucede en mamá y papá generan un gran desbalance. Esto puede comenzar a afectar la relación.
¿Qué podemos hacer?
- Informarse: Prepararse en los temas del nacimiento, lactancia, crianza, les ayudará a tener un panorama más real de lo que vendrá después de la llegada del bebé, y les dará herramientas para vivirlo de la mejor forma posible. Conocer qué pasa en el cuerpo del otro ayudará a comprenderse mejor.
- Buscar el bienestar de mamá: Es primordial cuidar a la nueva madre: si mamá está bien, todos estarán bien. Si hay dolor que limite o dificulte su movilidad, buscar a su médico para que prescriba analgésico si fuera necesario (los añalgésicos y antiinflamatorios son compatibles con la lactancia). Si hay dolor en pechos o pezones, solicitar apoyo de una asesora/consultora de lactancia (amamantar NO debe doler). Brindarle soporte emocional, contención, hacerla sentir segura de su desempeño como madre, cuidarla de ataques, críticas y consejos no deseados.
- Empatía: Para lograr un balance será fundamental que papá entienda que mamá no está en las mejores condiciones ni ávida de tener relaciones sexuales por lo que necesitará armarse de paciencia y utilizar recursos para "convencerla". Y mamá necesitará entender que esta necesidad se encuentra intacta en su pareja.
- Comunicación: Definitivamente, tendrán que hablar, y mucho: de cómo se sienten, sus miedos, sus temores, si están dispuestos o no a intentar una relación sexual y decidir el momento oportuno para que regrese esta actividad a su vida de pareja.
Mantener una relación sexual genera que la pareja se llene de energía, puede inducir relajación en ambos, mejorar el humor. Bastante deseable. Y el nuevo contexto, aunque no las favorece, si se presta para que saquemos a flote la creatividad.
Es importante recordar que el órgano sexual más importante es el cerebro, y que una relación sexual no implica necesariamente la penetración. Darse la oportunidad de experimentar con caricias, besos, puede ser muy satisfactorio y tal vez sea con lo que la mujer quiera iniciar. Esto les dará la oportunidad de explorarse y encontrar áreas erógenas que no necesariamente son los genitales o los pechos. Algunas mujeres en el período de lactancia se sienten incómodas si la pareja toca sus pechos, así que habrá que hablarlo, tal vez prefieran quedarse con su sostén puesto. Puede haber salida de leche por la presencia de oxitocina, si esto es incómodo, extraer leche previamente o colocar protectores de lactancia. Recordar que posiblemente habrá resequedad vaginal, es recomendable el uso de un lubricante a base de agua si se está pensando en que habrá penetración (lo cual puede ser otra oportunidad de ponerse creativos). Habrá que probar y buscar posiciones diferentes que permitan a la mujer estar cómoda por la presencia de la cicatriz de episiotomía o cesárea (otra oportunidad de diversión).
El hecho de que el bebé duerma en la cama de los padres no debería ser impedimento para que una pareja tenga una vida sexual activa. Esta es una oportunidad más de hacer el encuentro interesante: prueben nuevos escenarios, las posibilidades son infinitas.
Y para finalizar, un ejemplo:
Papá llega a casa, saluda a su pareja, atiende los pendientes y se sienta frente a ella que está amamantando y esperando a que el bebé se quede dormido. Papá le da un masaje en los pies con un aceite con un aroma rico mientras le dice lo hermosa que es, que le gusta ver los cambios en su cuerpo, que admira lo que ha sido capaz de hacer, que está maravillado del hermoso bebé que le ha dado, que admira su fuerza, su valentía, que está agradecido por lo bien que cuida a su hijo. Una vez que el bebé se duerma, pueden dejarlo a un ladito y papá puede continuar con el masaje hacia la pantorrilla, y el resto, lo dejo a su consideración.
Dra. Aurelia Flores
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