miércoles, 25 de septiembre de 2013

TENER SUERTE

Llevas toda tu vida creyendo que la mala suerte te persigue o comúnmente te preguntas: “¿Por qué a mí?” o quizás ni siquiera ese es tu caso, simplemente has llegado a un punto en tu vida que no te sientes orgulloso de ti mismo o notas que te falta algo.
¿Pero qué esperas? Einstein dijo una vez que la locura es hacer siempre lo mismo y esperar resultados distintos. ¿Acaso has cambiado algo en tu vida últimamente para como tener suerte?
Tanto si es así como si no voy a desvelarte los secretos para como tener suerte en la vida y no se basan en cosas mágicas sino en cosas que tú puedes hacer e implementar en tu vida para tener una suerte y una vida buena.
Sin embargo, si eres de las personas que creen en el tarot, esoterismo o en diversos milagros este no es tu artículo. En este artículo encontrarás soluciones reales, soluciones que a mí me han permitido ser una persona altamente feliz pese a tener una enfermedad muy destructiva y grave, que tampoco esta enfermedad ha impedido que monte un proyecto-negocio propio.
Como tener suerte en la vida se basa en una serie de tips y a continuación te los desvelo.
Ten una actitud positiva
¿Se te había ocurrido? Es más fácil de lo que parece. Hasta ahora te habías acostumbrado a una actitud negativa, es decir, que ante cualquier contratiempo saltas por los aires, te estresas y agobias por absolutas tonterías. Una tontería es cualquier cosa que no implique tu muerte o algo grave. Exaltarse porque no encuentras parking es tener una actitud negativa, que se ha vendido el último traje que querías comprar también es una tontería.
Como tener suerte en la vida no te vendrá sola, la tienes que crear tú. Si todo el día estás pensando en que algo malo te ocurrirá probablemente te ocurra. ¿Sabes por qué? Por qué tu actitud refleja eso, tu preocupación atrae la negatividad. Es más probable que te enganches en las escaleras de un centro comercial y se te rompa el pantalón si vas cabizbajo y pensando en negativo, que si vas contento y feliz porque además estás más atento.
No es algo mágico es algo lógico. Una actitud positiva te hace más feliz y estar feliz atrae la felicidad. En cambio la negatividad atrae lo negativo.
Si quieres aprender a desarrollar una actitud positiva en ti, te recomendamos nuestra hipnosis: Actitud positiva.
Actúa
No solo hay que tener una actitud positiva en el sentido de tener pensamientos positivos, también hay que actuar. Si empiezas a pensar qué todo saldrá bien eso ya es un paso adelante, pero si luego actúas como un cobarde, no tea atreves a nada y mantienes una actitud pasiva no lograrás como tener suerte en la vida.
Tienes que lanzarte, arriesgarte e intentarlo, hacer cosas. La mayoría de la gente se pasa la vida soñando: “Algún día lo dejaré todo y me iré a China”, “Algún día me montaré mi propia tienda de ropa”, “Algún día me crearé un negocio de Taxis”. Incluso dirigen su vida un poco a ello, pero se asustan y no se atreven. Siempre hay una buena excusa para no completar el como tener suerte en la vida.


“Es que me ha costado mucho ahorrar” , ya, pero se supone que lo hacías en parte para montar tu tienda de ropa. “Pero y si lo pierdo todo” ¡Cuidado! qué estás entrando otra vez en una actitud negativa, tienes que tener pensamientos positivos y actuar de manera positiva, ambas cosas van juntas y cuanto más las cumplas más suerte vas a tener en la vida.
Las personas negativas cansan a los demás y estos se alejan de la persona negativa, no te quedes solo y aislado o quejándote de todo porque así es imposible que jamás llegues a como tener suerte en la vida, solo cuando cambies tu modo de pensar a un modo positivo y actúes de modo positivo tu suerte comenzará a cambiar.
Busca objetivos en tu vida
: Montar maquetas de barcos.
Solo poniéndote estos simples objetivos en tu vida puedes lograr un cambio brutal en tu vida que ni la imaginación más potente podría ver que como tener suerte en la vida era tan sencillo como dejar de maldecirse y ponerse objetivos.
La gente no se lo imagina pero la suerte funciona así, no viene ella sola, la tienes que buscar tú.
El otro día hablaba con un amigo de toda la vida, qué estaba el paro y al cual yo animaba a crearse un negocio por internet. Él me respondió: “Eso es imposible, sino todo el mundo lo haría”.
Este pensamiento es muy primitivo, tienes que ver los objetivos como un camino directo hacia la suerte y el éxito en la vida.  Mirarás atrás y dirás: “Parece increíble cuando empecé solo había dado un paso y mírame ahora”. El cambio de tu vida hacia una vida totalmente nueva llena de éxito y suerte se basa en marcarte objetivos y cumplirlos.
Si te gusta el ajedrez, apúntate a ajedrez. Si te gusta la natación deja de quedarte embobado cada vez que pasas por delante de una piscina y apúntate. Si te aburres por las tardes y piensas: “odio mi vida” haz algo, márcate un objetivo, algo que hacer por las tardes. ¡UAU! Es increíble pero solo hacer esto volverá esas tardes pesadas en las que deseas que pasen rápido en tardes entretenidas en las que progresas y tienes objetivos.
Cambiarás esas tardes infernales por tardes que estás deseando que lleguen. Así funciona como tener suerte en la vida y te recomiendo que si quieres tener suerte comiences a hacer algo nuevo porque si sigues haciendo lo mismo y esperas milagros tu estrategia está condenada al fracaso y aquí en este artículo te hemos contado unos cuantos trucos para que hagas cosas nuevas que te llevarán a tener suerte y éxito.



El problema de la sociedad en la que vivimos es que nos exigen mucho, desde muy pequeños, y que todo el mundo espera muchas cosas de nosotros. Pero no nos enseñan a actuar según nuestras propias necesidades sino que nos educan para obedecer, sin cuestionar y sin tener en cuenta que todos somos personas individuales y que nuestra vida es nuestra, no solo para tomar decisiones que nos afectan sino también a la hora de vivirla.

Como decíamos el problema de muchos de nosotros nace ya en la más temprana infancia en la que aprendemos gracias a los refuerzos positivos a hacer lo que hace feliz a nuestros padres. Cuando un niño hace una cosa graciosa  y todos se ríen la repite hasta la saciedad. Solo quiere complacer. No felicitamos a los niños cuando hacen simplemente lo que les apetece ni les enseñamos a diferenciar entre lo que les gusta o lo que no les gusta.
Si es niña la apuntamos a ballet o natación, si es niño lo apuntamos a básquet o a fútbol.  Si el niño dice que quiere bailar se lo quitamos de la cabeza. Si es la niña la que quiere jugar a fútbol no se lo vamos a permitir.
De este modo, a medida que vamos creciendo nos imponen todas y cada una de las decisiones de nuestra vida. Simplemente no sabemos tomar decisiones ya que siempre lo han hecho por nosotros. Además siempre han evitado que nos equivoquemos, por lo que no sabemos equivocarnos y no tenemos ningún tipo de tolerancia a la frustración.
Además de lo que pasa en casa está lo que pasa en la escuela en la que tenemos que adquirir un nivel determinado de cierta competencia a una edad concreta. Si no lo hacemos somos peores que el resto, si lo hacemos antes es que somos adelantados o mejores. Piensa en los niños que aprenden a leer antes que los demás, es que son muy listos. Y los que aprenden a leer más tarde, es que son más cortitos, pobrecitos.
Y eso marca desde pequeños. Nadie atiende al desarrollo individual y respeta las necesidades evolutivas de cada uno de nosotros. Metemos a niños de cuatro años en una misma clase con niños que están a dos meses de cumplir los 6 y esperamos que a final de curso todos hayan obtenido el mismo nivel. Si algunos son un año mayores que los más pequeños!
Además de no respetar el ritmo de crecimiento de cada uno no fomentamos las habilidades personales en ningún sentido o aspecto. Siempre todos los alumnos reciben el mismo número de horas que el resto de niños independientemente de sus habilidades o gustos personales.



Y cuando cumplimos 16 años esperan que sepamos qué queremos ser de mayores. O incluso antes, ya que en los estudios preuniversitarios ya deberemos decidir si somos de letras o de ciencias y esas opciones pueden cerrarnos las puertas a determinados estudios si después cambiamos de opinión.
Así, llegamos a la universidad sin tener claro qué queremos hacer en la vida, sin conocer nada de ella y con ninguna práctica en tomar decisiones personales. Muchos eligen la carrera por la que se inclinan sus padres, otros por lo que hacen sus amigos y una gran parte lo hace pensando en el dinero que va a ganar cuando termine los estudios. Otros muchos no pueden elegir demasiado y en función de la nota que tienen se quedan con los estudios a los que pueden acceder.
Y ya estamos marcados. Antes de los veinte años estamos casi a punto de lanzarnos al mundo de los adultos, en solitario y para siempre. Y ni siquiera sabemos qué queremos ser de mayores.
Así que si te sientes perdido en la vida tómatelo con calma. Da igual la edad que tengas. Siempre es un buen momento para recapitular, conocerse a uno mismo y empezar a tomar sus propias decisiones.
Es posible que no te hayan educado para decidir, ni siquiera para saber qué te gusta. Pero todos tenemos algo que se nos da mejor que el resto de cosas. Algo que cuando lo hacemos nos hace sentir bien y es a eso a lo que tenemos que dedicar nuestros esfuerzos.
Solo cuando hagas lo que te gusta podrás sentirte realizado. Y si no sabes qué te gusta o qué quieres ahora es un buen momento para empezar a descubrirlo.
Para empezar tienes que tener claro que la felicidad está dentro de ti. Como decía antes es fantástico tener gente con la que compartir una etapa de nuestro viaje, pero la vida es un viaje que hacemos nosotros solos. El viaje completo es solo nuestro. Aunque no viajemos solos durante la mayor parte del trayecto.
Piensa, como digo siempre, que no hay un premio al final, que la vida es el regalo. Cada día es un regalo. Tomarte tu tiempo para saber dónde quieres ir y qué quieres hacer es un regalo que puedes hacerte a ti mismo. Sin presiones, sin más ambición que escucharte y atender tus propias necesidades.
Seguro que hay cosas que te gustan, analízalas. Piensa cómo podrías dedicar más tiempo a hacer eso que te llena, aprende sobre ello, conténtate con los pequeños logros de cada día. No te exijas demasiado. Haz tu lista de los deseos y trabaja sobre ella. Piensa qué tienes que hacer para cumplirlos todos o por lo menos para tratar de cumplirlos.
Trabaja uno a uno en cada uno de ellos y poco a poco irás encontrando el camino a la felicidad. No hay nada mejor que encontrarse a uno mismo.


Cómo ser más feliz siendo uno mismo

Ya lo has visto. Llevan siglos diciéndonoslo… La felicidad no es una meta, es una consecuencia. Solo podemos ser felices si nos queremos a nosotros mismos.  Es básico e imprescindible ser uno mismo para ser feliz. Estar bien con uno mismo implica estar en paz también con los demás. Y si somos felices nosotros quienes nos quieran serán felices por vernos así. Además podremos contagiar nuestra felicidad y ayudar mucho mejor a quienes nos rodean.
Por lo tanto si te preguntas cómo ser más feliz siendo uno mismo, te diré no hay otra manera. Solo siendo tú mismo puedes ser feliz. Como dice Tolstoi en la última frase célebre que he citado, no se trata de hacer siempre lo que quieres sino de ser feliz haciendo lo que haces.
A algunos nos agobia el trabajo, creemos que es culpa de la sociedad en la que vivimos, que nos obliga a trabajar para consumir más. Pero esto no es del todo cierto. Aunque viviéramos en otro tipo de sociedad, que no se basara en el capitalismo, tendríamos que seguir trabajando. Desde que el hombre existe que ha trabajado duro para sobrevivir. Aunque el dinero no existiera tendríamos que comer, que vestirnos, dormir a cubierto… y todo eso cuesta esfuerzo y trabajo. Aunque nadie te pague por ello.
Con esto quiero decir que siempre hay que “currárselo” nada es gratis y sobrevivir conlleva un esfuerzo.
Pero eso no significa que tengamos que trabajar para consumir más de lo necesario y de eso tiene tanta culpa nuestra sociedad capitalista como nosotros mismos. Somos nosotros los que ponemos metas a la felicidad, y la mayoría de veces esas metas cuestan dinero. ¿Quién no ha pensado que si se pudiera cambiar de coche o de móvil o de casa sería más feliz? Y luego llega el coche, el móvil o la casa y la felicidad no llega con ellos. ¿Dónde está?
La felicidad está en disfrutar de las pequeñas cosas. Que no son pequeñas sino que las hacemos pequeñas por ser gratuitas o costarnos poco esfuerzo. No le damos importancia si no hemos dejado la piel en ello. Y no, la felicidad consiste en estar bien con uno mismo, en hacer el bien para los demás y en disfrutar de lo que tenemos. Sea poco o sea mucho.
Solo una persona feliz verá cosas bonitas donde otros ni las huelen. Nuestro empeño en llegar a todos sitios, en hacer más que los demás, en tener más que el vecino no es sano. Esto implica que a menudo no solo queremos tener más que el vecino sino que queremos superarnos a nosotros mismos. Queremos tener más de lo que teníamos. Y eso es un gran error. Hacer que tu felicidad dependa de cosas materiales es lo que la convierte en algo prácticamente imposible de alcanzar. Siempre vas a querer más. Siempre.
Aprende a conformarte con lo que tienes, a agradecer lo que posees y a no depender de cosas materiales o de las actitudes de otros para ser feliz.  Solo quien está en paz con uno mismo puede ser feliz.


Dicho así parece bastante fácil, ¿verdad? Pero lo cierto es que a menudo nuestraautoestima es tan baja que no podemos apreciar nuestros propios valores, y créeme todos tenemos cosas buenas.

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